La estimulación cognitiva en personas con la enfermedad de Parkinson busca ralentizar el deterioro, potenciando principalmente aquellas habilidades cognitivas que estén preservadas y mantenerlas durante el mayor tiempo posible. En la enfermedad de Parkinson se suelen presentar los siguientes tipos de déficit:

  • Enlentecimiento del procesamiento de la información
  • Déficit de atención, problemas de concentración
  • Alteración de las funciones ejecutivas: dificultades en la planificación, problemas para clasificar la información…
  • Alteraciones de la memoria