La enfermedad del Parkinson se caracteriza por la presencia de cuatro síntomas principales: la bradicinesia o enlentecimiento del movimiento, el temblor, la rigidez muscular y la alteración de los reflejos posturales. Con frecuencia presentan dolores articulares, entumecimiento de los músculos.

La gimnasia preventiva y el mantenimiento de la actividad física son un complemento indispensable del tratamiento médico de la enfermedad de Parkinson.

Actividades realizadas

Se realizarán sesiones con ejercicios específicos para mejorar las distintas alteraciones motoras que pueden presentarse en la enfermedad de Parkinson. Estos ejercicios trabajaran distintas áreas:

  • Mejorar la respiración. Los objetivos de estos ejercicios son: aumentar la movilidad de la caja torácica, aumentar el volumen respiratorio y mejorar el control del habla.
  • Disminuir la rigidez. Los objetivos de estos ejercicios son: reducir la rigidez, aumentar la flexibilidad, aliviar el dolor articular y combatir los calambres.
  • Mejorar la postura. Los objetivos son: mejorar y prevenir contracturas y deformidades, mejorar y prevenir la pérdida de equilibrio, corregir la postura y así modificar su centro de gravedad.
  • Mejorar el equilibrio.
  • Mejorar la coordinación
  • Facilitar la marcha. Con el objetivo de caminar correctamente, mejorar la deambulación, mejorar los cambios de dirección durante la marcha, superar los bloqueos que se producen al pasar por lugares estrechos.